Escatología semántica
Me haces mucha
gracia cuando me confieres,
con cierta prosopopeya de erudito autodidacta,
que ya apenas te laceran los vocablos.
Y aún menos los lexemas, morfemas, semas,
sememas y toda su parafernalia escatológica
de campos semánticos y funciones del lenguaje,
ya sean fáticas o metalingüísticas,
como se empeñan ahora tus pragmáticos pedagogos.
Tampoco te descalabran los esguinces de la sintaxis,
y lo más insólito: los nombres de las figuras retóricas
sueles confundirlos con cultismos hipocráticos
que lo mismo designan enfermedades incurables
que clasifican incalculables especímenes de la fauna abisal
más abstrusa.
Aun en algunas ocasiones te sorprendes
recitando soliloquios de esta catadura:
hipérbaton, oxímoron, metátesis,
paronomasia, sinestesia, anacoluto...
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