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lunes, 9 de marzo de 2020

Hors d'oeuvres

Hors d'oeuvres



Cuando eres muy listo te llaman loco, y más loco si la verdad dices.
Cioran

Hoy, la gran preocupación de los científicos es encontrar una nueva fuente de energía limpia y exenta de riesgos: dejando a los átomos en paz; pero simultáneamente dándoles las gracias a los dinosaurios por su contribución al progreso, y no cocinando más petróleo en grandes cacerolas.

Dicen que venimos al mundo con un pan debajo del brazo. “¡Por eso me gustaría tanto conocer a los panaderos de la gran tahona del universo!”

La Luna es el astro más mentiroso del firmamento, a pesar de que Espronceda nos dijese que rielaba en el mar.

La primera persona que se sienta libre que tire la primera piedra; pero, claro, que no piense en el efecto boomerang.

El dinero no nos da la felicidad, mas nos evita agrios enfrentamientos con el casero.

La televisión es una ventana animada por la cual nos asomamos al mundo. Si no nos da un telele diario es porque las metralletas han hecho un pacto de silencio.

El mejor amigo del hombre es el perro; las mejores amigas: Marta y Castora.

Cuando dos huevos están en la sartén friéndose, parece que mutuamente se arengan en ruso, quejándose del calor.

Vive en un piso alto sin elevador. Cuando baja a la calle, y, al llegar al portal se da cuenta de que se ha olvidado del billetero, pediría fiado a todo el mundo; mas en un arranque de energía vuelve por él.

Cuando habla por teléfono besa tu oreja, y tú besas la suya.

La televisión es una radio con vida propia.

La libélula es el helicóptero más diminuto de la naturaleza[1].

Pregunta para un avicultor:
–¿Qué fue primero el huevo o la gallina?

La Antártica es la badana de la honda del Creador, que, al disparar el planeta al espacio, y rompérsele las correas de dicho artilugio de pastores, se le quedó adherida en el Polo Sur.

El hombre y el oso cuanto más feos son, peor para ellos.

La cara es el espejo del alma, el azogue es el alma del espejo.

El hombre alegre medita sobre el trono del cuarto de baño y canta mientras se ducha, aunque esté triste.

Los párpados de las ventanas son las persianas.

Cuando el reloj de pared se siente más solo es al dar la una.

Venecia se hunde; no me extraña, tantos años soportando el peso de sus palacios y monumentos.

No entiendo por qué les llamamos pasos de cebra cuando, en realidad, pasamos por ellos todo tipo de animales.

Cuando vuela sobre el abecedario, el murciélago nos demuestra la posesión de un radar especial para la gramática, al detectar las cinco vocales a la vez.

Siempre que estornudamos decimos: “¡Jesús!”
–¿Por qué no Felipe?

Si las aves hablarían, los hombres volarían.

El mejor amigo del hombre es el perro, el peor enemigo otro hombre.

 “Niño, ¿para ti cómo será el siglo XXI?”
“Cuando los coches vuelen”.

Cuando más se parece un hombre a un orangután es al afeitarse, delante del espejo.

Los aviones vuelan, los barcos surcan los mares, los trenes ruedan sobre carriles de acero...
–Señor maestro, ¿quién hizo al hombre?, inventor de tales maravillas.
–El mecánico del universo, Tomasín, gran relojero de la Vía Láctea... en un momento de aburrimiento.

Rabindranath Tagore dijo que si lloras por no haber visto el sol las lágrimas no te dejarán ver las estrellas… Además, tu mamá te dejará sin postre el domingo, y tu papá no te dará la paga; entonces no podrás comprar: gominolas, ni regaliz, ni nada.

Fabricamos una bomba a base de inactividad y depresión, explota, y nos llena de tedio.

América del Norte y América del Sur, dos grandes conos unidos e invertidos dentro de una gran esfera chata girando a velocidad vertiginosa.

Exclamamos:
–¡Ay dios!, los creyentes que creemos que no creemos, incluso los ateos..., gracias a Dios.

El gran acontecimiento será el día que desde el hemisferio boreal contemplemos la Cruz de Sur y en el austral la Estrella Polar.

A veces, Tomás solicita un ejemplar en la biblioteca; le dicen que está en el depósito; no obstante, se lo traen previa espera de días. Cuando sale del centro cultural lo hace pensando en una gélida morgue repleta de libros.

...Pasaba la tarde delante del espejo para hacerse compañía.

 “¡Qué observación más curiosa!”:
Lo que en invierno, otoño o incluso en primavera nos parece hortera, en verano nos resulta doblemente hortera... Me pregunto el porqué.

Nunca digas este libro no leeré: libro que no has de leer déjale correr.

En ciertas ocasiones piensa el TH que lo más importante en la vida consiste en sacar el máximo partido a la rutina.



[1] He procurado no plagiar greguerías a nuestro inolvidable Ramón Gómez de la Serna (Román Gámez de la Sorna, le apodaban despectivamente desde la apoltronada burguesía madrileña de derechas). Empero, por haber leído centenares de este insuperable fabricante, es posible que se me haya colado alguna entre estas apresuradas líneas. A vosotros, queridos lectores, os pido por favor comprensión, al considerarme un mediocre lector.


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