Hors d'oeuvres
Cuando eres muy listo te llaman loco, y más loco si la verdad dices.
Cioran
Hoy, la gran
preocupación de los científicos es encontrar una nueva fuente de energía limpia
y exenta de riesgos: dejando a los átomos en paz; pero simultáneamente dándoles
las gracias a los dinosaurios por su contribución al progreso, y no cocinando
más petróleo en grandes cacerolas.
Dicen que venimos al mundo con un pan debajo del
brazo. “¡Por eso me gustaría tanto conocer a los panaderos de la gran tahona
del universo!”
La Luna es el astro más mentiroso del firmamento, a pesar de
que Espronceda nos dijese que rielaba en el mar.
La primera persona que se sienta libre que tire la
primera piedra; pero, claro, que no piense en el efecto boomerang.
El dinero no nos da la felicidad, mas nos evita agrios
enfrentamientos con el casero.
La televisión es
una ventana animada por la cual nos asomamos al mundo. Si no nos da un telele diario es porque las metralletas
han hecho un pacto de silencio.
El mejor amigo
del hombre es el perro; las mejores amigas: Marta y Castora.
Cuando dos huevos están en la sartén friéndose, parece
que mutuamente se arengan en ruso, quejándose del calor.
Vive en un piso alto sin elevador. Cuando baja a la
calle, y, al llegar al portal se da cuenta de que se ha olvidado del billetero,
pediría fiado a todo el mundo; mas en un arranque de energía vuelve por él.
Cuando habla por teléfono besa tu oreja, y tú besas la
suya.
La
televisión es una radio con vida propia.
La libélula es el helicóptero más diminuto de la
naturaleza[1].
Pregunta para un
avicultor:
–¿Qué fue primero el huevo o la gallina?
La Antártica es la badana de la honda del Creador, que,
al disparar el planeta al espacio, y rompérsele las correas de dicho artilugio
de pastores, se le quedó adherida en el Polo Sur.
El hombre y el oso cuanto
más feos son, peor para ellos.
La cara es el espejo del alma, el azogue es el alma
del espejo.
El hombre alegre medita sobre el trono del cuarto de
baño y canta mientras se ducha, aunque esté triste.
Los
párpados de las ventanas son las persianas.
Cuando el reloj de pared se siente más solo es al dar
la una.
Venecia se hunde; no me extraña, tantos años
soportando el peso de sus palacios y monumentos.
No entiendo por qué les llamamos pasos de cebra cuando,
en realidad, pasamos por ellos todo tipo de animales.
Cuando vuela sobre el abecedario, el murciélago nos demuestra
la posesión de un radar especial para
la gramática, al detectar las cinco vocales a la vez.
Siempre que estornudamos decimos: “¡Jesús!”
–¿Por qué no Felipe?
Si las
aves hablarían, los hombres volarían.
El mejor amigo del hombre es el perro, el peor enemigo
otro hombre.
“Niño, ¿para ti
cómo será el siglo XXI?”
“Cuando
los coches vuelen”.
Cuando más se parece un hombre a un orangután es al
afeitarse, delante del espejo.
Los aviones
vuelan, los barcos surcan los mares, los trenes ruedan sobre carriles de
acero...
–Señor maestro,
¿quién hizo al hombre?, inventor de tales maravillas.
–El mecánico del universo, Tomasín, gran relojero de
la Vía Láctea... en un momento de aburrimiento.
Rabindranath Tagore
dijo que si lloras por no haber visto el sol las lágrimas no te dejarán ver las
estrellas… Además, tu mamá te dejará sin postre el domingo, y tu papá no te
dará la paga; entonces no podrás comprar: gominolas, ni regaliz, ni nada.
Fabricamos una
bomba a base de inactividad y depresión, explota, y nos llena de tedio.
América del Norte y América del Sur, dos grandes conos
unidos e invertidos dentro de una gran esfera chata girando a velocidad
vertiginosa.
Exclamamos:
–¡Ay dios!, los creyentes que creemos que no creemos,
incluso los ateos..., gracias a Dios.
El gran acontecimiento será el día que desde el
hemisferio boreal contemplemos la
Cruz de Sur y en el austral la Estrella Polar.
A veces, Tomás solicita un ejemplar en la biblioteca; le
dicen que está en el depósito; no obstante, se lo traen previa espera de días. Cuando
sale del centro cultural lo hace pensando en una gélida morgue repleta de libros.
...Pasaba la tarde delante
del espejo para hacerse compañía.
“¡Qué
observación más curiosa!”:
Lo que en invierno, otoño o incluso en primavera nos parece
hortera, en verano nos resulta doblemente hortera... Me pregunto el porqué.
Nunca digas este libro no leeré: libro que no has de
leer déjale correr.
En ciertas ocasiones piensa el TH que lo más
importante en la vida consiste en sacar el máximo partido a la rutina.
[1] He procurado no plagiar greguerías a nuestro
inolvidable Ramón Gómez de la Serna (Román Gámez de la Sorna, le apodaban
despectivamente desde la apoltronada burguesía madrileña de derechas).
Empero, por haber leído centenares de este insuperable fabricante, es posible que se me haya
colado alguna entre estas apresuradas líneas. A vosotros, queridos lectores, os pido
por favor comprensión, al considerarme un mediocre lector.
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