Chiflidos bucólicos
La filosofía, las humanidades...
y todas las ciencias positivas,
como canes rabiosos asilvestrados,
nos mordisquean cruentamente
las canillas, nos enredan;
y, amparados en nuestro inherente
empirismo existencial, nos protegemos
como podemos:
No sólo exhalando gritos,
tan inaudibles como desesperados,
en mi caso,
sino también chiflidos pastoriles,
en el tuyo;
pero nadie nos escucha
y menos aún nos acorre…
Todo es nada,
todo es por demás,
todo nos resulta yermo.
Desde el instante en que sentimos
los caninos, incisivos y demoledores,
sobre nuestra rancia dermis,
no nos cuesta darnos cuenta
de que estamos en un brete
muy serio, y ya con los pantalones
hechos guiñapos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario