Etiquetas

miércoles, 19 de octubre de 2022

La carraquela de mi vecina

La carraquela de mi vecina

 

¡Oh, Noelia, cuca inclemente

chichi dúctil,

chirla sápida,

crica caritativa,

vulva irrebatible;

 

bejín desgarrado,

breva de sustancia encarnada,

drupa lampiña,

níspola innovadora;

 

concha con esencia de almíbar

coquina succionadora,

mejillón de apéndice horadado,

molusco hermafrodita;

 

alimaña avispada,

felino de arriscadas fauces,

gazapo sin piel,

roedor de abstruso escondrijo,

tarántula de saliva untuosa,

tenca escurridiza!

 

¡Oh, Noelia,

tu acariciadora

y cosquilleante carraquela,

tu elegante chocho,

tu delicado coño,

tu venerable chumino,

tu orgulloso parrús,

tu incansable pocha,

 

son la esterilla de la empalizada de mi edén:

un fifí tan inconmensurable,

una fisura tan delicuescente,

una sonrisa tan cínica como vertical!

 

¡Oh, antesala del paraíso,

acequia de mis gozos,

arbusto del deleite,

gruta de un rato minúsculo,

lengua bífida,

matorral de mis breñas;

 

estuario de riveras mórbidas,

océano borrascoso,

piélago entrañable;

 

colmena empenachada,

lapso del crepúsculo en que me acuestas,

lubricante de mi organismo:

 

hidromiel reparadora después

de la incruenta batalla que ambos libramos

sobre la espumosa cuna de nácar,

únicamente hollada por Venus y Afrodita!

 

¡Oh, Noelia, valkiria de mi vida,

qué poco me gustas tú

y tu multifacética y juguetona hendidura;

pero cuánto os deseo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario