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sábado, 29 de junio de 2024

El movimiento intelectual, religioso y cultural en Euskalerria

 

 

 El movimiento intelectual, religioso y cultural en Euskalerria


 

Expresándonos en términos generales, a pesar de los megalómanos proyectos de última hora pagados con dinero público y el apoyo e influjo constante de los mass media[i], el movimiento intelectual y cultural en Euzkadi está de forma diáfana en vías de decadencia. Respecto a la cultura, se escribe en demasía: con exagerada retórica, y pomposamente mal: la literatura basura campea y hiede a sus anchas por todos los rincones, incluidos kioskos, librerías y bibliotecas. Ahora bien, no nos alarmemos porque el mal es endémico, aunque nos cueste aceptarlo, y es que (si nos situamos en sus años, compulsivos, de vida y actividad académico-literaria), al esforzado don Miguel Unamuno, enemigo acérrimo de espadones y dictadores, autor de Paz en la guerra, o a don Pío Baroja nunca, a pesar haber nacido en Euskadi, digo, jamás interesaron en las regiones éuscaras; si bien, el paso del tiempo, inexorable, ha conseguido colocar a los autores citados en el lugar que les corresponde por méritos propios. Así y todo, el busto dedicado a don Miguel apareció, previo acto de vandalismo por parte de energúmenos renegados, medio destrozado en las aguas de la cloaca navegable, que decía Maura. Al impío don Pío no se le cita para nada; es más, hace algunas décadas en los exiguos anaqueles de las bibliotecas públicas, de la extensísima obra del citado novelista (vg.: Memorias de un hombre de acción, 32 ejemplares), no se hallaban en el repertorio más que unos pocos títulos; eso sí, seleccionados por la implacable y reaccionaria censura de dicho período, ya en plena dictadura franquista. A pesar de lo dicho, algunos escritores en ciernes, dentro de época que venimos comentando, los cuales se podían enumerar con los pulgares de las manos, trabajaron y lucharon a tumba abierta intentando abrirse camino con mucha tolerancia, sinceridad y honradez. A lo largo de muchos años, para los lemas y consignas del PNV, ambos literatos citados se convirtieron nada menos que heresiarcas; así y todo, dicho partido siempre ha ambicionado y, aún hoy, ansía inculcar a las masas las citadas indicaciones [lemas y consignas] con sobradas dosis de proselitismo, exageradas porciones de propaganda política y calculada facundia demagógica. Mas, para apuntalar todo lo dicho más arriba, dejando de lado la particular, exclusiva y excluyente política del partido político sabiniano, añadimos como revulsivo tónico, que a lo largo de la historia la sociedad vasca se ha encontrado de forma absoluta bajo el influjo y control religioso; ponemos por paradigma a los taimados jesuitas, los cuales, investidos de confidentes y confesores de marquesas y condesas, a comienzos del siglo XX, en plena fiebre del oro, desde la bombonera de Ayala o las hediondas riberas de Deusto, contribuyeron de manera fehaciente no sólo a cazar fortunas sino a culminar dicho proceso. Eso sí, la religión, aunque nos parezca muy difícil de aceptar, a pesar de todo, no ha logrado modificar de ningún modo la altanera biósfera vasca, mas actualmente, para el beneplácito de la mayoría, y debido al ecléctico empuje secular de nuestra generación y de las nuevas generaciones, dicha sociedad tiende al laicismo total. Otrora, debemos considerar que la libertad de expresión, todas las corrientes filosóficas acabadas en –ismo, que cuestionaban los imperativos de la presunta verdad católica, apostólica y romana y se contraponían a la verdad establecida por el sistema, lo mismo que el recién nacido socialismo en los montes de Triano, fueron mirados aquí como formas virulentas de criminalidad, hasta el vulgo se lamentaba de que el Estado no los escarmentase como era debido; porque, entonces, un marxista-leninista causaba más pánico que un patibulario violador con varios crímenes a sus espaldas. Por todo ello, dejando a un lado la cultura y la religión, para concluir este párrafo, aunque nos cueste aceptarlo, dudamos de que se halle en toda la piel de toro un linaje más engreído: orgulloso de sí mismo y, con el apoyo de la propaganda política y el apego a la religión, citados unas cuantas líneas un poco hacia arriba, nos resulta increíblemente adepta con más candidez a sus inherentes asociaciones.

Tecleado lo anterior, volvemos al arranque de este artículo: al pensamiento intelectual y cultural en Euzkadi.

Sin embargo, si enfocamos este asunto con  total imparcialidad, displicencia y estoicismo, nos atrevemos a exponer lo que sigue: Así como en el pasado, cual en el presente, el erudito vasco al día de hoy, si no está afiliado al PNV, no tiene ninguna salida de cara a su futuro docente, dada la asfixiante y excluyente atmósfera establecida por el partido y su citada propaganda; de la misma manera lo único que continúa fanatizando y descollando en el momento presente no sólo es la inagotable exaltación de un País Vasco independiente de la nación hispana, sino también la rebatiña constante y pedigüeña de transferencias autonómicas[ii] al gobierno central. Resulta patético, pero por desdicha es así.

De todo lo dicho, pocos o quizás ningún argumento más podemos añadir al día de hoy para lograr evaluar, y, en su caso, desplegar una amplia tarea cultural subsiguiente que concierna tanto a los éuscaros vernáculos como a lo que no lo son; pero sí de adopción: en resumidas cuentas, ciudadanos vascos de pleno derecho.



[i] Medios de comunicación.

[ii] Dicha situación lo único que genera es pobreza, debido al aumento de funcionarios locales e incremento desmesurado del gasto público; así los ricos son cada vez más ricos, y los pobres rozamos la miseria, costándonos un esfuerzo sobrehumano llegar a fin de mes.

 

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